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"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

sábado, 28 de febrero de 2015

Nº 815 Soltando amarras

barco

"Una desconocida brisa nos impulsa"

Voy a comparar la partida de las naves con otras partidas. Para hacerlo, imprescindible soltar las amarras. Ellas bien atadas al muelle, en maniobras rudimentarias y precisas liberan las embarcaciones de cualquier tipo y tamaño, permitiéndoseles así emprender sus viajes. Nosotros , en su momento emprendemos el nuestro eso sí en forma inexorable, sin condicionamiento alguno. Con esa perspectiva cierta considero interesante darle un vistazo a esas aguas agitadas con expresivas olas esperando acoger a las hipotéticas naves, ser hendidas por sus quillas con el fin de surcar rumbos de vida, la nuestra. Disfrutamos del sol, del aire, del enorme placer de navegar, dispuestos a afrontar tempestades, a evitar naufragios, a orientarnos con las luces de boyas y faros. Desafiando a Neptuno, a los monstruos marinos. A todos aquellos obstáculos verdaderos, virtuales,imaginarios que debemos vencer en el rumbo elegido, en obligadas singladuras. Descubriremos mundos físicos, descubriremos mundos intelectuales. Seremos marineros admiradores de gaviotas, grumetes en pleno aprendizaje. Capitanes con capacidad de mando. Diestros manejadores de brújulas, sextantes, rosas de los vientos, verdaderas flores marinas. Ampollas marcando horas en moroso tiempo. Sonora campana de cubierta. Velas atrapadoras de brisas impulsoras. Añoranzas de tierra. Regreso impaciente para descargar acumulados días en noches apasionadas. Nuestra vida en largo o corto viaje puede ser una pobre metáfora en relación a eso, a una navegación. Por supuesto la vida permite ser comparada a estos u otros viajes, con otros medios, en otros lugares. Opté la navegación en veleros con la bella estética de sus diseños. Con el tipo de vida que abrigaba. En momentos ser tripulantes, en momentos ser embarcaciones y en ellas ostentarnos cual emblemático mascarón de proa. Sabedores que así para vivir tendremos que soltar amarras habrá una vez que deberemos soltarlas para no ser. En mi caso demasiadas "embarcaciones" ya lo han hecho, han partido. Una raleada tripulación sigue todavía navegando conmigo hasta que ya no seamos en viaje sin regreso.

Chau y hasta la próxima.

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