Itlán, el insólito personaje

"Mira y continúa tu camino" Dante.

Los científicos consideran que el universo tiene once dimensiones, y que desde la 4º se podría ver todo lo de nuestro mundo. Por delante, por detrás, por derecha, por izquierda. Todo a la vez, simultáneamente y a nosotros mismos. Allí estaba situado Itlán. Viéndonos, viéndose. Mirando asombrado un mundo en el que vivía. Para su pensamiento, como para el de cualquier otro resultaba muy dificil situarse en dos lugares al mismo tiempo,y menos aún en este caso ubicarse en la 4º dimensión, de la que no sabía ni podía imaginar cómo había llegado. Aunque en su subconciente desfilaban escenas de Alicia en el País de las Maravillas como posible camino hacia lo desconocido. Pero esa idea no era válida. Alicia había seguido a un conejo, entrado en un túnel, vió el País de las Maravillas, despertó luego de un sueño. Y él no soñaba. Por lo menos para la mente humana que siempre fantaseó, opinó, imaginó sobre la existencia de la 4º dimensión sin poder comprobarla, accederla. Solo incorporada a probabilidades científicas, a creencias religiosas o mágicas.

Además Itlán portaba el signo del número 4. En nuestra 3º dimensión vivimos personajes de todo tipo, ligados si se quiere o pretende al significado de los números. Pero él, al haber alcanzado esa 4º dimensión quedó como único e irrepetible. Colocado en una atalaya donde todo lo veía y se veía en soledad absoluta. Tenía la convicción de estar en el centro de un teser acto. Pero que sepamos, ¿quién pudo trasponer la barrera invisible que lo separa de esa dimensión?. Itlón misteriosa e inexplicablemente, al margen de su voluntad, sin una explicación racional, lo había logrado. ¿A través de un espejo?, fantasía bastante común.

Pero si él era un 4 ¿cómo comprender su importancia y su destino?. Porque 4 son los evangelios por el verbo de Dios. 4 las columnas que sostienen la Iglesia. Es un número imperfecto. Representa las 4 dimensiones del espacio. Los 4 elementos principales: fuego, tierra, aire, agua. Los 4 pilares del universo. Los 4 puntos cardinales. Las 4 fases de la luna.

Lo que encontró y vió allí y desde allí quedará en el misterio. Nunca, por boca de él se sabrá. Itlón a su regreso no volvió a hablar ni de su experiencia y menos aún de lo que vió de nuestro mundo en nuestra 3º dimensión. Se supone quedó aterrado, dolorido, deprimido, angustiado. Saltaron los resortes de su psiquis. Las palabras utilizables para calificarlo todo no son suficientes ni demostrativas. Habría que inventar un nuevo vocabulario. Un vocabulario para la 4º dimensión.

Ese hermetismo no se quebró jamás. El desapareció definitivamente. No se supo si volvió a la 4º dimensión.

Se intentó interpretar su mutismo. Algunos lo atribuían a lo que había visto del mundo. Otros cómo se había visto a sí mismo. Que había comprendido en esa visión quién verdaderamente era él, reconociéndose así a fondo. Lo cierto es que Itlón guardó su secreto , que por el momento continuará siéndolo.

Chau y hasta la próxima.