Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

miércoles, 9 de junio de 2010

317 La silla con la ropa de cama

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.."Es que no hay período más remoto que nuestro pasado reciente"

El sol le pegaba de lleno destacando la blancura de las sábanas. Esa luz de la mañana entraba en verano por las ventanas abiertas y en invierno lo hacía coloreada al atravesar los rectangulares vitrales que las adornaban. Costumbre cotidiana de la casa esa de ventilar la ropa. Primero los cobertores cubriendo el respaldar de la silla, luego la ropa blanca. Desnudas las camas con los clásicos colchones de cotín rellenos de lana, cada tanto más infllados porque el colchonero previo cardado con esas máquinas cardadoras manuales de madera  y clavos, pasaba una lana apelmazada que salía inflada por el otro extremo, pura espuma para armar de nuevo el colchón. A veces se le cambiaba el cotín. Quedaban inflados,llenos de hundimientos por el paso de los hilos y el reborde tipo chorizo.

Todas esas prácticas se correspondían a medidas de higiene. La luz solar obrando como un agente de salud. Luz muchas veces en visualizables rayos porque el impalpable polvo suspendido  en el ambiente se mostraba claramente cual neblina revelada dibujando la trayectoria de la luz. Esos colchones también tenían destino de sol. Colocados al aire libre y golpeándolos con unos batidores de mimbre que también se usaban para sacudir las alfombras. Todo ello apuntaba a combatir y desparasitar las camas muchas veces ganadas en sus elásticos por las temibles chinches.Para ello se los sometía a un lavado con agua hirviendo tirándole chorros en resortes y recovecos.Ellas se desprendían muertas y luego con una bomba de Flit  se completaba el trabajo esparciendo una lluvia  de insecticida. Como podrás apreciar los recursos  eran los que se usaban en la década del 30 del siglo pasado. Los hubo muchos más y muy variados dentro de cierta elementalidad. Esta evocación no sé de donde me salió, porque reapareció en mi memoria la imagen de la silla con la ropa de cama, cual fantasma diurno. La tuve guardada muchísimos años y de ella ni el menor recuerdo. De golpe sin llamarla como nos sucede la mayoría de las veces se hizo presente. Despertó en mi vivencias que por supuesto al verlas le quitarás toda importancia. No pude resistir la tentación de contártela ya que vos y yo  mantenemos un coloquio más o menos continuo. Estoy seguro te servirá para despertar algunas tuyas, y ellas como a mí te harán sentir la nostalgia de tu niñez. Perdón.

Chau y hasta la próxima.

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