Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

sábado, 16 de octubre de 2010

354 Memento.

 

"El cordón umbilical contiene la memoria ininterrumpida de todo el pasado humano"  Michitaro Tada

La palabra menento tiene diversas interpretaciones.Según la RAE es cada una de las partes del canon de la misa donde se recuerda a los vivos y a los muertos., pero también y de allí el título de Ufa  es una expresión o representación de ciertos recuerdos, como lo afirmaban los celtas.Según el diccionario Larusse es un libro de memorias o apuntes.

Al ver esos zapatitos de la ilustración pienso en el tamaño de los pies que los calzaron. De las manos amorosas que los pusieron y abrocharon. En los besos prodigados  por la  madre. En el color tiempo impregnado por involuntarias o voluntarias orinadas. En su suela instrumento de los primeros pasos, de los gateos. Más adelante sustituídos por otros de mayor tamaño y funcionales. Acompañadores de primeras exploraciones a un entorno gigante, minúsculo, despertador de incontenible curiosidad. Pies transportadores de escapadas más allá de los límites lógicos. O en alarmantes intentos por subir escaleras con la consiguiente alarma familiar. Luego, bien calzados esos pies  condujeron a esa pequeña humanidad  a su primer día de clases. Más tarde al secundario, matizando siempre con juegos, en especial el fútbol gastando semanalmente zapatillas. Siempre afortunados. Jamás les faltó calzado alguno, más bien les sobraron en soporte privilegiado acompañando una vida muy buena con todos sus matices adversos. Con borceguíes o polainas en inevitable servicio militar. Dándole alas a pies y piernas en veloces huidas frente a las cargas policiales que reprimían la celebración de la caída de París en manos de los aliados o por la rendición del fascismo en el fin de la 2º guerra mundial. Ayudando a eludir balas en mitines políticos de 1945-46.En emocionante consagración universitaria.  En marchas, caminatas en mundos distintos, otros países repitiendo en diversión adulta aquella primera exploración infantil. Transportando al novio en el día más feliz de su vida. O a la maternidad cuando llegaban los hijos.

Recuerdos mezclados. Jalones importantes o no tanto de una vida más de las tantas cuyos valores lo son para su portador y el íntimo entorno. Es dificil dirijamos nuestros pensamientos  a la importancia de un par de zapatos cual símbolo y compañero de nuestra cotidianeidad. Más cuando esa simbología no está condicionada a causa alguna. Y de pronto en salto retrospectivo reaparecen esos chiquititos emergiendo de un pasado ya remoto, imposible de recordar por quien los usó en edad no suficientemente registradora, solo borrosos pantallazos en donde se mezclan la memoria y lo que a uno le han contado. La reflexión es conmovedora. Uno de pronto se adjudica  achicándose ese mismo diminuto calzado a fuerza de imaginación en un volver a empezar. A recomenzarlo todo seguro de su repetición sin incógnita. Pero no, ya lo sabemos, la vida es una e irrepetible. Queda el sabor agridulce de todo lo que pasó. Inolvidable seguro el calor y el amor de esas manos que los calzaron. De esos tiernos besos en los deditos, en la cara, en todas partes, sobre todo en el corazón y en el alma. Así me los colocaba mi madre. Esos zapatitos, los míos.

Chau y hasta la próxima.

 

Nota, este recuerdo también es para mañana 17 de octubre , día de la madre.

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