Amaneció para la patria un 25 de mayo. El sol en plenitud 6 años más tarde un 9 de julio. En ese período un país en formación, un continente rebelado. Se fueron forjando un presente, un futuro.Una historia que seguimos modelando y viendo en horizonte inagotable. Ideas, intereses contradictorios y sobre todo hombres que sin quererlo labraron su condición de próceres. El cabildo, símbolo de esa aurora. La casa de Tucumán de la independencia. Uno reformado, modificado para presidir en la plaza con presencia e historia nuestro nacimiento.
La casa en 1903 fué demolida en su casi totalidad. Solo quedó el salón de la jura. En 1941 una ley nacional dispuso su reconstrucción en torno al salón conservado. El arquitecto Mario Buschiazo con los planos de 1875 y las fotografías de l869 tomadas por Angel Paganelli, logró el milagro .Datos e ilustraciones tomadas de la excelente colección del diario La Nación titulada Del patrimonio histórico de la Argentina. Colección espléndida y recomendable.
En ella, ese día de declaró la independencia de las Provincias Unidas no solamente de España, sino de toda dominación extranjera.
La casa es la imagen omnipresente de la independencia. Nuestro acervo patriótico cargado de simbologías, próceres, venturas y desventuras, abonado por la presencia de esas dos casas monumentos. Hoy el glorioso día pertenece en exclusividad a esa blanca casa de Tucumán y nosotros nos vemos impulsados a desearnos con unanimidad y hondo fervor ¡Feliz día de la Patria!.
Chau y hasta la próxima.
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