Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

sábado, 26 de mayo de 2012

Nº 524 Se supo. (Un secreto a voces)

Nadie imaginaba que trascendería. En el ambiente había sospechas, rumores, pero no certezas. Se hablaba en corrillos cerrados del tema. Con sigilo, con prudencia. Nadie se atrevía por razones propias, por conveniencia  sacarlo a la luz. De tal manera a quienes afectaba daba el pretexto  de ser un partícipe involuntario. Con el transcurso de los días la cosa fué tomando más fuerza. Ya era más dificil eludirlo, hacerse el desentendido, mirar para otro lado. Corría de oficina en oficina, de repartición en repartición. Por fin ganó la calle. Antes ya algunos medios se habían hecho eco aunque en forma morigerada, atribuyendo a trascendidos, a quien lo dijo pero sin atreverse a dar nombres, a identificarlos. No era vocación del poder dejar correr semejante noticia. Involuncraba demasiados intereses económicos, políticos para una revelación de semejante magnitud. Casi un secreto de estado, mejor dicho, un secreto de estado celosamente guardado. Algún resquicio se había abierto. Eso solo produjo conmoción. Cual ola gigante incontenible, se rompieron los diques, se derramó el contenido y todo, cual valle aguas abajo, se inundó. Porque ese efecto produjo la noticia. Destrucción de instituciones, renuncias, destituciones, crisis políticas, estupor y conmoción en los medios financieros, caídas en la bolsa. Suba de precios, peligrosa agitación social. Nada parecía poder contener la debacle desatada.

Todo porque cuando se supo, se supo.

Chau y hasta la próxima.

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