116 La importancia de los objetos y las cosas inanimadas.

"¿Dios es capaz de crear una piedra tan pesada que él no pueda levantar?" pregunta de algunos científicos.

Habrás leido alguna vez en mis blogs desarrollos bajo este título. Un tenedor, una taza, una casa.... Hoy no voy a inventar ninguna historia alrededor de los objetos o cosas en sí. Lo encararé someramente desde un par de ángulos. Si lo tomamos desde el punto de vista religioso, más allá de los símbolos, fetiches, imágenes y cuantos elementos han inventado las creencias a través de la historia, solamente recordaré el concepto céltico que a los antepasados se los reencuentra en un objeto, un libro o algo que le perteneció, un árbol que plantó, etc. Proust invocó esta creencia de alguna manera al relatar lo de sus famosas magdalenas, el perfume, el aroma del té, a su abuela. Sandor Marai hace de ellos una descripción literaria precisa y hermosa al decir "los objetos parecían recobrar el sentido de su ser, parecían querer demostrar que todo adquiere un significado al estar en contacto con los seres humanos, al participar en la vida y el destino de los hombres".

Pero veamos ahora su significado-ejemplo en la explicación sobre el transcurrir del tiempo. Según leo en la Teoría del todo, de S.Hawking, dice que el universo al expandirse, como lo está haciendo , orienta la flecha del tiempo, aunque en una explicación más compleja habla de tres: la termodinámica, la cosmológica y la psicológica. Aquí me refiero a esta última. Un vaso se cae de una mesa y se hace añicos en el suelo. Filmada la caída y vuelta a proyectar de atrás hacia adelante, se verá que los trozos se levantan del suelo y el vaso vuelve a armarse sobre la mesa donde estaba posado. Sabemos, con ese retroceso que volvemos al pasado, tenemos clara noción de ello. Pero cuando el universo, eso sí dentro de 10 mil millones de años comience a contraerse todo sucederá o debería suceder al revés. Moriríamos para nacer, y el vaso del ejemplo y los objetos inanimados rotos se reconstruirían, y quizá entre las muchas fantasías que generará el pensar en este tema podríamos volver a ver a la Venus de Milo con brazos, al Coliseo romano o al Partenón y muchas cosas más en todo su esplendor. Pero no te hagas ilusiones. Ni vos ni yo llegaremos y además te recuerdo que dentro de 3 mil millones de años se apagará el sol y todavía faltarán unos 7 mil millones más para que a lo mejor suceda todo esto. Como ves nuestra imaginación es ilimitada Estas verdades, basadas en el principio de incertidumbre, podrán ser mentira mañana o dentro de un rato.

Chau y hasta la próxima