234 Copia

 

   "El alma y la muerte son una misma cosa " Parménides.

Bien sabemos que no es lo mismo imitar que copiar. Imitar puede ser un remedo de modelo, de resultado una caricatura del original. Sea este una persona con todo lo que ello implica, una cosa, etc. Copiar es reproducir del original o en todo caso intentar hacerlo. Por supuesto no siempre se lo logra aunque hoy  y ayer en menor escala la  tecnología o los medios disponibles permiten concretarla. Esas copias recibidas con beneplácito o aprobación fueron, son y serán útiles para sus distintos fines. Diferente es el caso que voy a referir pues se trata de una persona, un personaje de ficción. No interesa su nombre.

Creció copiando modelos considerados por él dignos de ser incorporados a su personalidad, su conducta, su desarrollo, su yo. Acunado en innumerables y contradictorios ejemplos y espejos tomados de la realidad, a veces por el capricho de ser el original.,Copiaba la ropa,los hábitos, sus posibles lecturas y gustos nacidos de un modulo  ajeno, jamás el propio. Nunca     indagó, buscó en si mismo, intentó llegar a un auténtico ser. Con una exterioridad sorprendente        siempre  intentó en copiar, no en imitar. A veces esto último es subrayable cuando el original lo merece, ayuda a desarrollarse, al propio perfeccionamiento.

Lo cierto es que él vivía en una inconsciente confusión, creyendo dar supuestos saltos cualitativos cuando no eran otra cosa que sumas, cantidades, valoraciones cuantitativas y diversas de parámetros ambicionados. De manera que el mundo y él cual camaleón se encontraban en dificil situación de entenderse, en especial de relacionarse y ubicarse con cierta coherencia. No hay que quitarle mérito a su condición de pseudo transformista. Sin embargo en ese ejercicio de copia cual rutina, la influencia de su  interioridad fué marcando por lógica contradicciones cada vez más insalvables. ¿Quién era en definitiva? .¿Había logrado pasar aunque en mínima  proporción de un estar a un ser?. Repito,¿quien era realmente?. Imposible saberlo.Copiaba, lo copiaba todo. Lo más extraño para él, para todos fué que la copia de la copia de la copia de la copia y así lo incontable produjo un resultado sorprendente. La persona copia era imposible de copiar, ni siquiera de imitar.  Antes de morir  intentó    hacer una última copia, ya  no sabía de qué pues a lo largo de su mediana vida supuso lo había copiado todo. Pero tuvo una última oportunidad muy bien aprovechada, por cierto. Copió a la muerte que se presentó en el momento preciso. Allí él rápidamente la copió tal cual y ella confundida al enfrentarse   con   su  copia exacta no atinó a matarlo. Dudó, temió matarse a sí misma. Se lo supone anda de muerte sustituta haciendo de las suyas ganándose una impensada inmortalidad hasta que la muerte se dé cuenta del engaño. Por lo menos alargó el plazo, obtuvo un respiro.. No logró la inmortalidad, imposible siendo muerte sino la mortalidad eterna, como todos los vivos, pero de otra forma.

Chau y hasta la próxima.