Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

miércoles, 10 de marzo de 2010

291 El lápiz

   "Escribo palabras, ellas vuelan".

Se llevó el lápiz del maestro con una secreta ilusión , descubrir el misterio de su talentosa capacidad creativa. Supuso lograrlo. Días y días lo tomó y sobre innumerables hojas intentó dibujar, diseñar bosquejos de verdaderas obras de arte. Todo inútil. Su talento mediocre, su mano sutilmente torpe, su imaginación impartiendo órdenes insuficientes. A su obstinación la fué ganando el desaliento. Los resultados a la vista. Luego de horas y horas de infructuosa tarea dejaba en su improvisado atelier,  lápiz y hojas en blanco para reemprender en la jornada siguiente, cada vez con mayores esfuerzos  y menores ilusiones ese camino iniciado que lo llevaba a comprender sus verdaderos  límites. Por fin lo dejó todo. Como un ícono inútil quedaron abandonados el lápiz y algunas hojas.

Nunca percibió que ese lápiz, en actividad clandestina y secreta cobraba vida transformándose en instrumento mágico que por sí solo dibujaba y diseñaba sobre esos papeles verdaderas maravillas, hermosas obras de arte. Luego , con esa misma magia las líneas trazadas abandonaban esas hojas para volver, en camino inverso y en igual orden a integrar el grafito original, esperando así escondidas, agazapadas y arropadas dentro de la mina su nueva oportunidad, su momento para desplegar nuevas creaciones. Un ir y venir milagroso de arte en líneas. Jamás supo del secreto. Jamás reflexionó sobre el hecho evidente que mientras lo usaba nunca tuvo necesidad de sacarle punta. El lápiz no se consumía. Este, en esa tarea secreta siguió desplegando su arte. Clave fundamental de la creación del maestro.

Chau y hasta la próxima.

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