292 Y ahora las personas.

Encaro esta nueva sección  ejercitando mi memoria para contarles algunas de las experiencias o breves anécdotas que acompañaron o se forjaron en el contacto directo con algunas personas, personalidades, o por la contemporaneidad con otras, que supieron despertar vivencias o vagos recuerdos, algunos valiosos. En lo posible adosaré una brevísima semblanza para informar mejor de quien se trata, aunque  muchos nombres hablarán por sí mismos. Si uno es afortunado portador de riqueza interior, aunque no me incluyo ni me excluyo, ella no puede quedar limitada a experiencias  o vivencias como las que relataré.Implica algo más. Calificada y diferenciada dentro de ese ejercicio del recuerdo en acto exclusivamente personal. Seguro nombres, relatos, apreciaciones despertarán polémicas,reacciones positivas, negativas e intentos de rectificaciones. Un ejercicio muy saludable.

Hoy Alfredo Palacios.

¿Cómo lo conocí?. Me refiero a como lo visualicé porque yo arrastraba una leyenda forjada por los relatos de mi padre, socialista acérrimo. Este hombre de larga melena, grandes mostachos, sombrero de ala ancha. Mezcla de poético, mosquetero romántico y político de fuste, se había adentrado en el mito popular por su legendaria trayectoria que resumiré al final. En mi infancia y adolescencia me enteré  de su existencia junto con la de otros parlamentarios argentinos como Repetto, Bravo, Dickman, Lisandro de la Torre. La noticia del suicidio de este último aún puedo verla y recordarla en una tarde de verano en los titulares de Crítica. Tengo el texto de su carta testamento de despedida.

Primera visión. Estamos en 1945. Hiroshima y Nagasaky. El suicidio de Hitler y el fin de la 2º guerra mundial. Aquí el peronismo hace eclosión. Se produce el 17 de octubre. En un momento se realiza la marcha de la constitución y la libertad, de la opositora Unión Democrática. Acto en la plaza de los dos congresos.Yo con 17 años, mi hermano y mi viejo somos parte del público. Una multitud enfervorizada marcaba la división existente en nuestro país. Hablan distintos oradores y suenan los primeros disparos. Luego la crónica informaría de varios muertos engrosando la larga lista de víctimas de la sangrienta historia política e institucional que nos tocó vivir, lejos aún de la negra realidad por vivir en años posteriores y más recientes. Tirados en el piso, parapetados detrás de bancos de plaza, sin explicarnos bien qué pasaba y al borde de la estampida generalizada, Alfredo Palacios hace su aparición en la tribuna, emerge como un ícono convocante y a despecho de los tiros, su enérgico y encendido discurso,aglutina,nos mantiene en nuestros puestos mientras seguían silbando las balas y culmina con la frase"con el corazón bien puesto en el pecho y el fierro en la mano".

Tiempo después de haberlo visto por primera vez en medio del huracán, en la sede de la Juventud democrática de Belgrano, local de la calle Cabildo, nos visitó vestido de traje blanco, con un panamá en lugar del chambergo negro. Allí lo ví bien de cerca, pude intercambiar algunas palabras. Nos alentó a seguir adelante. Estábamos cerca del 24 de febrero de 1946. En esa fecha la fórmula Perón-Quijano se impuso en las elecciones a la de la Unión Democrática formada por Tamborini-Mosca. Comenzaba, o continuaba otra historia, o la misma cuyo análisis no creo necesario hacer en este Ufa.

Pequeña semblanza: Nació un 10 de agosto de 1878 y murió en 1965. Pobre, sin propiedades tenía solo dos trajes. Abogado recibido en 1900 el 13 de mayo de 1904 fué elegido diputado nacional por la Boca siendo así el 1º diputado socialista de américa latina. Electo también en 1912 y 1963. Senador en 1932-35-61. Entre sus logros más notorios se cuentan la jornada laboral de 8 horas, represión a la trata de blancas, descanso dominical, derechos civiles a la mujer, etc. Decano de derecho y ciencias sociales de  la UBA, la Plata, también ejerció allí su presidencia. Escribió numerosos tratados.Su tesis doctoral "La miseria en la República Argentina" es de sorprendente actualidad, más que en lo descriptivo en el estudio de las causas económicas, estructurales, políticas y laborales.

Chau y hasta la próxima.