Extra Nº 23 Asco.

Ayer finalizó Semana Santa. La cristiandad como todos los años la honró, la celebró en especial en su glorioso Domingo de Pascuas. Hoy quiero hacer más que una reflexión un duro comentario. No lo hago en mi condición de ateo confesado o como tan bien dijo Mario Benedetti en situación parecida  pero no igual ya que dicha así él orilla lo agnóstico "Yo no sé si Dios existe, pero si existe no le va a molestar mi duda". Seré fácil blanco para quien quiera adjudicarme mala intención, carencia de espiritualidad religiosa, de fe. Cierto quizá en los umbrales de sensibilidad y dolor la causa podría golpearme menos. Aquel católico hoy debería o debe sentirse en peores condiciones, pero desde el punto de vista humano o nos igualamos o lo supero dado que si a uno lo afecta la comprobación de los horrores que comenten los representantes de su madre iglesia, al mismo tiempo ese dolor se mitiga con el consuelo de su fe,aunque ella en la práctica trepide, poniéndola por encima de esos malos pastores, superándolos con todo lo bueno que ella realiza en distintos órdenes. Yo, más allá del intento honesto de aceptar todo aquello tan positivo, no soy ni seré capaz de incorporar esto último balance a la causa que motiva mi asco. Me estoy refiriendo concretamente a la pedofilia y la Iglesia Católica. No hay explicación, argumentos, causas que justifican lo injustificable. Hombres se dicen representantes de Dios practicando uno de los vicios existentes más abominables, sino el más. Cargados de cinismo e hipocresía predican en sus casas-mundo-iglesias. En la oscuridad de lo privado abusaron y abusan de la inocencia ,de la confianza e ingenuidad de los padres, del desvalimiento de los huérfanos. Someten y sometieron. De aquella masa-carne que por distintas causas económico-sociales o de otra índole cae en sus garras, aunque sepamos separar , son minoría pero demasiado abundante. No se le quita mérito a los verdaderos, a los pastores cotidianos,abnegados, heroicos, ellos también deben sentirse horriblemente mortificados, burlados, engañados. Cargarán vergüenza ajena. Esos otros se esconden detrás de obras benefactoras, educativas. Lo peor, detrás de su propia condición. Se ampararan en la impunidad, ocultamientos, supuestas ignorancias ,protecciones, complicidades. Sin respuestas verticales adecuadas. Y no lo digo yo, lo afirma la prensa mundial. Cada país afectado destapa escándalos, calvarios horribles, injusticias a granel. No es cuestión ni de ejemplificar ni de enumerar. En EEUU solamente el episcopado debió indemnizar con más de 600 millones de us a víctimas litigantes. En Irlanda por más de 30 años se cometieron abusos ocultos. En Alemania hoy indignación y estupefacción hasta por los personajes involucrados. Larga lista a enumerar, presumo larga lista de lo que no se sabe. La respuesta vaticana absolutamente insatisfactoria. La calificaría aunque no sea nadie para hacerlo de cínica e hipócrita. Pero ponen el grito en el cielo por la homosexualidad, el divorcio, el uso del preservativo, el aborto y un largo etc. Pregunto aunque no opino, se niega el aborto, vida no nacida. Muy cierto pero algunos de sus representantes cuando esa vida sí nacida es infantil y cae en sus manos, ¿qué hacen con ella?. Deberemos esperar varios siglos para que la Iglesia Católica reconozca sus errores y sus pecados para que pida perdón, reconozca sus desvíos como lo ha hecho con Galileo, La Inquisición, los judíos, para solo dar algunas muestras?. ¿Cual su verdadera sensibilidad libre de simulación indignante?. No caben calificativos. Siempre las víctimas, siempre los niños.  Perdón por mi vómito  verbal. Cuando uno siente náuseas y vomita, no puede elegir bien lo que arroja. Sale todo. Luego, en el sedimento sus componentes son muy variados, ni todos malos ni todos buenos. Lo que vale es el motivo que lo provoca. Y no hay la menor duda que el motivo de mi asco, seguro compartido por muchos nauseosos, está plenamente justificado, aunque quien lo expresa, lo siente, no sea nadie.

Chau y hasta la próxima