Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

sábado, 11 de septiembre de 2010

344 Día del maestro. Domingo Faustino Sarmiento.

Carmelo Arden Quin  1944

Fácil me resultaría redactar unos rasgos biográficos, bucear en su obra educativa o en un certero argumento sobre sus dificultades de época, o sumergirme  en la visión histórica, política y en sus hondas contradicciones. También como hice con otros próceres utilizar el método de abrir un libro, entrevistarlo en simulado reportaje.. No haré nada de eso. He preferido tocar la sensibilidad de la nostalgia, llamar a mi memoria y reclamarle me ayude a exhumar un pasado escolar. Ella ún no es frágil y me sorprende ser tan precisa. Atesoro sus mensajes y los voy transcribiendo con un dejo de unción. Me estoy refiriendo a la escuela pública.

Guardapolvo blanco almidonado; moño azul, (todavía creo lo usan los niños del Uruguay) los varones, de organdí en la cabeza las nenas. Medias 3/4  porque teníamos pantalones cortos, zapatos lustrados. La cartera para los útiles de cuero marrón permitía 2 posiciones: cruzada  a lo cartero o tipo mochila en la espalda. Algunos le sacaban la correa para llevarla tipo libro en la mano, casi debajo del brazo. Dentro de ella los útiles. Libro de lectura forrado con hule negro.; cuaderno de clase forrado con papel especial azul o verde tipo araña con su correspondiente etiqueta y datos;cuaderno borrador. Difícilmente en esa época libros de tipo manuales o de estudios. Todo se aprendía a base de lecciones y apuntes de clase. Llevábamos mapas según el tema; pinturitas, sacapuntas, secantes. Caja de útiles por lo general de madera de 1, 2 y hasta 3 pisos. En ellas lápices Fáber nº2, goma de borrar. Secaplumas hechos por nuestras madres con retacitos y un botón en su centro. Utiles para geometría. Regla, transportador, compás. El libro de lectura según el año que cursábamos. Teníamos examen de lectura y para eso debíamos estar parados con los talones juntos, dedo derecho debajo de la hoja a dar vuelta y sostenerlo firmemente con la mano izquierda. Imborrables los días transcurridos en la primaria. Su vida, los recreos, su copa de leche, los juegos. La campana.  Las clases de música. Las sesiones con la linterna mágica. Las fiestas patrias. Con indudable placer me alargaría en la descripción de toda aquella lejana vivencia, hablo de la década del 30 del siglo pasado, cuya impronta educativa fué pilar fundamental en nuestra formación y posterior desarrollo cultural . Aprendimos.  Y aunque en aquella época la escuela nos resultara por momentos una carga y apuntábamos nuestro resentimiento hacia su "inventor" Sarmiento y viéramos con felicidad los días de intensísima lluvia como el pretexto para faltar, ya que vivíamos en un barrio inundable, toda esa pléyade  contradictoria de sentimientos, hoy en nostálgica evocación, mezcla de felicidad y melancolía, en repaso incompleto ligeramente  esbozado donde detalles y más detalles no quedaron consignados, pienso y con razón que la experiencia de mi generación en su paso por la escuela ha sido enaltecedora, de gran riqueza. Para aquellos maestros y maestras de mi pasado, cargados de vocación y conocimientos. Para nuestro Sarmiento en el aniversario de su muerte. Para aquellos otros grandes educadores con visión de presente y de futuro como el Gral Manuel Belgrano. En nuestro siglo pasado un William Morris y dejo sin mencionar nombres y nombres de indudables méritos. Para aquellas maestras norteamericanas que en su momento y época afrontaron su misión formativa, toda una aventura en tierras lejanas llenas de intolerancia. Para los maestros de ayer, de hoy, de mañana. Aquellos de un enorme sacrificio, condiciones físicas y geográficas conmovedoras, conocidos por crónicas y relatos ejemplificadores con sus escuelitas hogares, sus campanas de palo, sus ceremonias de izamiento  y arrío de la bandera. Sus semanales lejanías de sus casas. Y esos niños que con gran sacrificio y escasos medios devoran distancias para poder aprender. Hoy los englobamos a todos y rendimos con escasas luces pero enorme convicción y sentimiento el merecido homenaje a la familia de educadores y educandos.

Chau y hasta la próxima.

 

Nota: aunque el tema no tiene relación recordemos que un 11 de setiembre  se produjo el golpe en Chile de Pinochet contra Salvador Allende.

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