269 150 millones

 

Mantis toma VI    Nicolás Gargiulo

"Un niño jamás es un problema sino una oportunidad" padre Gabriel Mejía.
Dijo alguna vez Juan Ramón Jiménez que las minorías también pueden ser inmensas. Destinó sus palabras a la cultura, al pensamiento en referencia a que en ese momento histórico se imponía el autoritarismo, la incultura, el viva la muerte. "Vencen pero no convencerán. Aunque te parezca un poco traída de los cabellos verás que no están tan alejados estos conceptos del tema que hoy toco. Titulo 150 millones.¿Qué nos dice, a qué se refiere este número?. Porque es muy grande o muy pequeño según lo que se mida. Puede ser una cifra puramente cuantitativa, cualitativa o ambas cosas a la vez. Estoy diciendo que son 150 millones los niños que trabajan en el mundo. 150 millones de niños sin infancia, por lo menos como la concebimos y deseamos. Pajaritos robados los definí alguna vez. Pajaritos secuestrados los redefino. Robada su condición infantil, secuestrados para la esclavitud, la explotación, la prostitución, la droga. Busquemos antecedentes en la historia. Por desgracia encontraremos ejemplos siempre. Sin ir más lejos Dickens hizo suyas esas historias. Descripciones de clásicos rusos, franceses, la literatura universal pintando las realidades de la miseria. Sus sórdidos lugares, las condiciones de vida. Los niños trabajando en las minas de carbón hasta parte del siglo XX, con sus cabecitas peladas por su roce con los techos de las estrechas galerías reptando como gusanitos. Las plataformas de madera donde las niñas se paraban para alcanzar y hacer los nudos en los telares. La forma como se las adiestraba. Todo este horror lo describe, cuenta y analiza Siguerist en su libro Civilización y enfermedad. La revolución industrial por evocar épocas relativamente cercanas produjo sus estragos. En gran medida la superexplotación se asentó sin miramientos. Condiciones de vida y de trabajo de espanto. Niños sin derecho alguno. Vivían encerrados en las fábricas, en las minas, en los campos, en las ciudades. Hoy los medios los muestran. Los vemos en los basurales con su piel lacerada por la contaminación. Descalzos, desnutridos, comiendo de y la basura. Su hábitat un pequeño gran infierno. En la ciudades  mendigando, prostituídos, explotados en pequeñas bandas de ladronzuelos, drogados, asesinando sin conciencia alguna. Pretendiendo acceder a lo que la sociedad de consumo ostenta con impudicia y les está vedado. Estallando el consiguiente escándalo de las víctimas que piden leyes más duras, mayores castigos . Son también los niños zafreros, los banderilleros para las fumigaciones, los, los, los. Porque la enumeración sola de los casos, con sus matices y variables avergüenzan, conmueven, se repiten en infinitos calvarios multiplicados. Hice referencia a la historia hoy superada ampliamente por este número 150 millones de niños en todas esas condiciones. Pero además hay 300 mil soldados niños en el mundo. Me parece no es necesario desmenuzar cifras, acudir a estadísticas, mostrarlas. Insisto son 150 millones . Cuesta mucho imaginarnos en esa condición e incorporar el tema a fondo en nuestra conciencia. Tampoco es cuestión de comparar gastos de armamentos y otros despilfarros que acercarían no sé si a la felicidad a esos niños, pero seguro a una vida digna en pleno derecho. Sabemos muy bien como se maneja la hipocresía humana en especial de los que tienen el poder político y económico.
¿No te parece ahora, después de haberte puesto en contacto  con el texto que aquello de "las minorías también pueden ser inmensas" citada al principio pudo ser perfectamente aplicado al tema?. Porque esta minoría adquirió la categoría de inmensidad. ¿La hay mayor con mayor dolor?. ¿La hay mayor con mayor injusticia?. Te pregunto, ¿la hay?.
Chau y hasta la próxima.