Extra Nº 37. Las elecciones del 14 de agosto en la República Argentina.

Mirta Demisache tomada de la Rev ADN  título  1º página de artículo para Axe, 1975.

Me sorprende y asombra la escasa visión de los opinólogos, politólogos y demás miembros del espacio político argentino, incluídos  los propios participantes y afectados, que consideran  a estas primarias una especie de ensayo general..Lo predominante es analizar el resultado que no es poco pero no el único. Cierto la candidatura  de la presidenta arrasó. Pero lo que a mi criterio es más importante es calibrar el significado instrumental de estas primarias, que nada tienen que ver con las norteamericanas. Partamos del hecho que la ley convocante nació en el parlamento y fué votada también por representantes de partidos que hoy  la menosprecian o se rasgan las vestiduras. Peor aún están elaborando tácticas, mensajes para instalar posibles catástrofes por un lado y la necesidad de implementar medidas duras de ajuste y represión ofreciéndose ser el brazo idóneo.También a la composición futura del parlamento para "equilibrar" posibles mayorías. Todo esto es legítimo y está incluído en el juego de la política, pero también hace caer muchas caretas para saber quien es quien.

La ley que estableció estas internas abiertas y obligatorias dispuso un mecanismo donde todos los candidatos dentro o fuera de un partido político, aliados o afiliados podrían postularse a los cargos disponibles y elegibles. Esto se verificó en las listas para diputados, senadores, intendentes, gobernadores, etc. En el caso presidencial también pudo ser así pero no sucedió esto porque todos los aspirantes especularon con su propia candidatura,(lo siguen haciendo a pesar del resultado) y no quisieron con rivales  parecidos o iguales. Hubo intentos fallidos porque predominó esa circunstancia pero el mecanismo existió y existe en plena vigencia,pero como señalo no fué utilizado ni aprovechado por los que hoy se lamentan, incluídos los medios que se jugaron abiertamente por la derrota del oficialismo. Ahora les reprochan no haberse unido en su momento. Hoy instalan nuevas consignas como la de defender al parlamento e impedir una mayoría holgada del gobierno. Sostienen, se corre el peligro de un absolutismo y de la profundización del modelo respaldado hoy por el voto mayoritario.Los analistólogos, algunos presentados como intelectuales no alcanzan a entender y expresar sus dudas porqué la gente que está mal según ellos votó en positivo para el gobierno. Dan la sensación analizan desde una torre de marfil despegada de la realidad, la ven y analizan desde su óptica sin estar inmersos dentro de esa masa carenciada. La imaginan y les endosan reivindicaciones que si  bien pueden ser reales, no comprenden que esa gente lucha por sus derechos en un ámbito que ha comenzado a sembrarle esperanzas, escucharlos ya sea por sensibilidad política-social o porque saben que el camino de la lucha y movilización es válido y no entregan su voto al primero que se le cruce, salvo donde las prácticas extorsivas de caciques y punteros los obliguen y atrapen. Creo que todo este introito será bueno sacar alguna conclusión,como que estas internas permitieron se formen alternativas con presente y seguro futuro como el Frente Amplio Progresista.

Mostró el desenmascaramiento de la fuerza real del"campo" y la de otros deslucidos papeles y papelones como la de Carrió o Pino Solanas. La heroica acción milagrera de Altamira para lograr el mínimo necesario de votos que la ley exige y poder presentarse en las elecciones generales de octubre. Pero lo más importante es entender que hoy en el mundo  las mayorías reclaman que la sociedad, en especial en los movimientos jóvenes es hallar representatividad y participación, reformas políticas,cambios que los conduzcan y permitan cambiar el perimido sistema vigente de explotados, oprimidos, excluidos, represivos como se lo comprueba  está pasando en distintos países del mundo , en especial en Europa, por ejemplo.

La República  Argentina con este sistema de internas abiertas y obligatorias ha emprendido el camino cierto de impulsar la participación (votó el 78% del electorado, record histórico), Suprimió la elección del candidato a dedo o por cúpulas. La ley de reforma política y la vituperada ley de medios permitió que todas las fuerzas sin excepción dispusieron de espacios en todos los medios de comunicación audiovisuales en forma absolutamente gratuita e igualitaria de forma tal que no fué necesario disponer de cuantiosas sumas para hacer ese tipo de publicidad, no así la callejera y en los medios gráficos.

En síntesis hemos dado un enorme paso en el perfeccionamiento de la democracia. Un comicio limpio, ordenado, bien organizado con altísimo cumplimiento del deber cívico.

Hay que destacarlo, entenderlo y no quedar atrapado con lo que vociferan  los analistas y los corifeos de turno.

Chau y hasta la próxima.

 

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