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"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

sábado, 6 de agosto de 2011

439. Hiroshima. 66 años.

enoala gay

Introducción: Las fuerzas del bien y del mal hicieron una tregua para intercambiar prisioneros. El mal entregó al arcángel, el bien al mejor ejecutor de los apocalípticos designios, llamado Aziu. El salió disparado para sembrar el terror, el espanto, cual genio guardado en una botella. La tregua, el intercambio se produjo un 5 de agosto de 1945.

Condensado de mi cuento Aziu. UFA Cuentario 3-9-07.

Fué un 6 de agosto de 1945, a las 8,15 minutos de la mañana. Ayer fué 5, la víspera, la aludida por la introducción. Aziu. La locura humana preparándose para desatar la tragedia. Pero al recordar el tiempo parece nada. El tiempo parece mucho. Según la vida; según la historia; según nosotros. Según lo describió admirablemente un periodista norteamericano John Hersey. Fué a Hiroshima un año después . Luego volvió pasados cuarenta años. En el primer viaje se contactó con seis sobrevivientes. Los describió, personificó contando lo que a él le contaron. Qué hacía cada uno a las 8,15 minutos de esa mañana de ese día.

La empleada que en un momento giraba la cabeza para hablar con la compañera del escritorio vecino. El médico que cruzaba las piernas para ponerse a leer el diario. La señora que miraba por la ventana. El sacerdote jesuita alemán leyendo una revista.Otro médico llevaba una muestra de sangre en el hospital. El obrero con su carretilla transportando cosas. Sin mayores variantes todos contaron sus experiencias coincidentes. Un profundo, sordo, aterrador silencio, la bomba anunciándose. El calor, el polvo, la lluvia radioactiva, la piel quemada, derretida. La búsqueda de los seres queridos. El sentimiento de culpa por seguir vivos. Las lentas enfermedades desarrollándose por generaciones. El activismo, el olvido, la resignación.

Girones de vidas en condiciones excepcionales e inéditas. Congeladas en pleno infierno de fuego.

(Ideas del periodista norteamericano reelaboradas por Raquel San Martín  en su artículo La lección de Hiroshima. Diario La Nación.Las reelaboré y sinteticé).

Hiroshima y a los pocos días Nagasaki significarían una bisagra en la historia. Recuerdo con toda claridad los titulares de los diarios con letras catástrofe y en realidad lo era. Pero por lógica no teníamos mucha conciencia de su significado, si de las informaciones prácticas sobre la cantidad de víctimas y la finalización de la 2º guerra mundial. Ya había terminado la parte europea en abril - mayo de ese mismo año con el suicidio de Hitler, el ajusticiamiento de Mussolini, la revelación del horror del holocausto. Acontecimientos que a uno le tocó vivir. Al Enola Gay lo vi personalmente hace pocos años en un museo de aeronáutica en Washington, rescatado del desierto donde estaba arrumbado, reconstruido a nuevo. Me conmocionó hasta lo indecible ver a ese trasportador de la muerte, de semejantes muertes.

Chau y hasta la próxima.

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