468. Onda FH. " La ficción no supera a la realidad."

Film Metrópolis de Fritz Lang

 

El electrocardiograma registró una onda extraña nunca vista hasta la fecha. La joven examinada se transformó en un suceso mundial. Especialistas de los mas reconocidos centros científicos no salían de su asombro. Se lo cotejó con todos los anales disponibles sin hallar nada parecido. Se descartó una falla técnica. Alguien imaginó un accidente similar a lo sucedido en la película Brazil. Una mosca y una máquina automática de escribir produjeron un mensaje erróneo con las consecuencias que el film relata. Lo curioso o quizá los mas extraño es que ella, descubierta por un examen de rutina, exhibía un muy buen estado de salud física y psicológica. Podría afirmarse vivía en estado de felicidad y gracia permanentes. Los avatares negativos de la vida no le habían hecho mella. Su coeficiente intelectual normal.Se decidió no solo hacerle un seguimiento cardiológico hasta desentrañar el misterio científico sino también en el orden psíquico, social, en lo posible en su privacidad.Ostentaba eficaz rendimiento en su trabajo, sin ser brillante o destacada entre sus pares.Para encontrar una explicación se volvió a la creencia, poco científica que en el corazón se alojan la bondad, la maldad, sentimientos. Por ese camino salió el resultado. Esa extraña onda en su única poseedora equivalía a la felicidad humana. Inmediatamente se volcaron a la investigación para producirla y no tardaron en lograrla. Semejante actitud altruista y benefactora de parte de la ciencia como se hizo interpretar la noticia no fué mas que una siniestra maniobra de los explotadores de siempre. Con hipócritas argumentos invirtieron lo necesario para producirla e instalarla en las masas. Con ella lograrían el más absoluto sometimiento sin protestas,rebeliones, huelgas, revoluciones. Sus intereses no se verían amenazados jamás y encontrarían nuevas formas de aumentar su plusvalía. Puesta en práctica la ONDA FELICIDAD HUMANA, rindió sus frutos, frente al fracaso de otros métodos utilizados en la historia, como el uso de la coca para aumentar el rendimiento de los trabajadores en la conquista de América pero que terminaba con los conquistados y no se podían impedir los movimientos de liberación. O como en los métodos modernos de estupidizarlos con tecnologías, sumergirlos en el consumismo despiadado, a la exclusión del sistema.

Ahora sí la gente trabajaba feliz aunque sufriera privaciones, enfermedades, muerte. Los soldados también felices en plena batalla.Obreros, jóvenes, viejos, todo el espectro de la humanidad susceptible de ser explotado se sumaba cada vez en mayor medida a esa maquinaria infernal montada por los poderes económico-políticos. Un grupo relativamente reducido lo sometió todo, sembrando felicidad a manos llenas. Y la humanidad quedó semejante a  lo que contaba aquella profética película del cine mudo dirigida por Fritz Lang  llamada Metrópolis.

Chau y hasta la próxima.